lunes, 4 de enero de 2010

Sandro,una influencia en lyricas (1945-2010).


Se te va a extrañar gede,mi vieja ama a Sandro asi que este post va para vos mama y para todas las nenas de Sandro,proximamente tatuaje en honor a sandro,el gitano,el unico...

Nació el 19 de agosto de 1945 en la Maternidad Sardá, un hospital
público ubicado en la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo sus padres
vivían en Valentín Alsina (Lanús), un suburbio obrero en el cordón sur
del Gran Buenos Aires, donde vivió su infancia y adolescencia. Con el
tiempo compraría una mansión ubicada en Banfield, ciudad residencial
ubicada al sur del Gran Buenos Aires, donde vive hasta el presente.

Es hijo único de Vicente Sánchez e Irma Nydia Ocampo, ambos
provenientes de familias de antigua presencia en el país. Su abuelo
paterno era húngaro, de apellido Popadópulos, quien al migrar hacia
España lo cambió al de Rivadullas; a raíz de ello, muchos años después
le pondrían el apodo de Gitano. Al momento de nacer sus padres
quisieron ponerle el nombre Sandro, pero no lo permitieron los
funcionarios del Registro Civil donde debían registrarlo.

Hizo sus estudios primarios en la Escuela Nº 3 República de
Brasil, en la calle Valentín Alsina 3018, de Valentín Alsina. Su pasión
por la música nació desde niño. Como muchos otros adolescentes y
preadolescentes argentinos, fue irresistiblemente atraído por Elvis
Presley desde sus inicios en 1955-1957 a quien comenzó a imitar en el
último año de la escuela primaria. Muchos años después vería el show de
su ídolo desde la primera fila del Boston Garden.

Su primera «actuación», que lo marcaría por el resto de su vida,
fue el día de la independencia argentina, el 9 de julio de 1957, en el
acto de su escuela, cuando su maestra de 6º grado lo invitó a realizar
su conocida imitación de Elvis, llevándose los aplausos y la ovación
del público asistente. Fue entonces que se despertó su vocación por la
actuación musical.

Ya en su adolescencia...

A los 13 años abandonó sus recién iniciados estudios secundarios y
comenzó a trabajar para ayudar a sus padres, de repartidor de una
carnicería, changarín de una droguería y tornero. En sus tiempos libres
se dedicó a la música. Sus primeros aprendizajes se los debe a un amigo
que tocaba la guitarra, Enrique Irigoytía. Ambos formaron un dúo de
voces y guitarras.

Comenzaron a participar en concursos de canto en los suburbios del
sur del Gran Buenos Aires, en los que Roberto hacía un cover del bolero
del trío Los Panchos Quién será la que me quiera a mí de Johnny Albino.
Inmediatamente lograron un gran reconocimiento y comenzaron a formar
varios conjuntos. Del variado repertorio, Roberto se encargaba de
cantar los boleros, tangos y algo de rock and roll, mientras que
Irigoytía cantaba las canciónes litoraleñas y también rock. Algunos de
los nombres de esas primeras bandas fueron El Trío Azul (Roberto
Sánchez, Enrique Irigoytía y Agustín Mónaco) y el dúo Los Caribes
(Roberto Sánchez y Enrique Irigoytía).

Sandro reflexiona sobre su introduccion en la musica...

Yo me nutrí con el rock. Gracias al rock dejé las calles, las
navajas y las cadenas, y agarré una guitarra. Dejé la campera de cuero
y las pandillas. El rock me salvó. Me salvó de que fuera quizás un
delincuente.

A comienzos de los años sesenta, Roberto Sánchez adoptó el nombre
artístico de Sandro, el nombre que le habían querido poner sus padres y
las autoridades no permitieron. Su primera actuación con ese nombre fue
en un local llamado Recreo Andrés.
Sandro y Los de Fuego: pionero del rock argentino

En 1960, en sus primeros intentos como solista, adoptó el seudónimo
de Sandro, y al poco tiempo, formó el grupo Los Caniches de Oklahoma y
grabó su primer single, un rock en español de su autoría, "Comiendo
rosquitas calientes en el Puente Alsina", una de las candidatas a ser
considerada la primera canción grabada de rock argentina.

Los integrantes del grupo eran: Héctor Centurión (voz y bajo);
Carlos Ojeda (piano y percusión); Armando Cacho Quiroga (batería),
Sandro (primera guitarra); y Miguel Lito Vázquez (guitarra rítmica). En
1961 cambiaron de nombre por Los de Fuego. Al principio, el cantante
del grupo fue Centurión, mientras que Sandro era la guitarra líder y la
segunda voz y hacía los coros. A fines de 1962 Centurión perdió la voz,
siendo reemplazado por Sandro, quien poco a poco se dedicó
exclusivamente a su rol de cantante líder. En 1963 comenzaron a
llamarse Sandro y Los de Fuego, con la siguiente formación: Héctor
Centurión (bajo); Enrique Irigoytía (guitarra rítmica); Armando Cacho
Quiroga (batería); Sandro (voz) y Juan José Sandri (guitarra).

Por entonces el rock and roll ya estaba instalado en Argentina,
desde al menos cinco años atrás. A los primeros ídolos del rock, como
Elvis Presley, Little Richard y Bill Haley, se habían sumado artistas y
bandas de rock latinas que cantaban en español, como Los Cinco Latinos
y Luis Aguilé (en la Argentina), Ritchie Valens y La Bamba (en
California), y Los Teen Tops, Los Blue Caps y Los Locos del Ritmo (en
México) y decenas de otros. En esa década comenzaron a llegar también
las bandas de la llamada invasión británica, entre las que se
destacaban los Rolling Stones y sobre todo Los Beatles.

Los de Fuego comenzaron haciendo covers de los clásicos del rock
anglosajón, pero en español: The Beatles, Elvis, los Rolling Stones,
Jerry Lee Lewis, Paul Anka, etc.

El 13 de septiembre de 1963 grabó su primer disco, un simple para
CBS, pero sin Los de Fuego. En el lado A estaba un cover en español de
"¿A esto le llamas amor?" (de Paul Anka) y en el lado B "Eres el
demonio disfrazado" (de Elvis). En ese disco la banda de soporte es la
de Milo (nombre artístico de José Carlí) y su Conjunto. El disco no
tuvo trascendencia.

Poco después publicó un segundo disco, un EP, con el título de
Presentando a Sandro, que incluía "Bésame pronto" (Elvis), "Choza de
azúcar" (de Jimmy Gilmer & The Fireballs), nuevamente "¿A esto le
llamas amor?" y el novedoso "Polka Rock" (de Alejandro Chamica).

El 28 de febrero de 1964 Sandro convenció a CBS y logró grabar el
primer tema con Los de Fuego, una versión en español del famoso "Hay
mucha agitación" (Whole Lotta Shakin' Goin' On de Jerry Lee Lewis). El
tema fue lanzado en un EP llamado Al Calor de Sandro y los de Fuego,
junto con "Las noches largas" (de Adriano Celentano), "Twist de Mamá
Gansa" (de Teddy Randazzo) y el tradicional folk "Viajero solitario".

A mediados de 1964 Sandro y Los de Fuego comenzaron a realizar una
serie de actuaciones en la televisión de Argentina, su debut fue en
"Aquí la Juventud", y luego se lo llevaron al programa Sábados
Circulares de Pipo Mancera, que terminaron impulsándolo a la
popularidad. Sandro se vestía y se movía «a lo Elvis» y esos
movimientos escénicos levantaron todo tipo de polémica. Fue llamado
entonces «el Elvis criollo» o «el Elvis latino». Terminaba su show
después de saltar de un lado hacia el otro y tirándose por el suelo
sobre sus rodillas. Sandro hacía que sus seguidores imitaran sus
movimientos frenéticos, y sobre todo que sus seguidoras, gritaran,
lloraran y se desmayaran.

Las presentaciones de Sandro provocaron la reacción de algunos
influyentes grupos fundamentalistas católicos que lograron excluir a la
banda de la televisión durante algunas semanas. Pero Mancera enfrentó
la informal censura, amenazando con su renuncia, y la misma fue
levantada. Aquellas presentaciones de Sandro y Los de Fuego en Sábados
Circulares se encuentran registradas en blanco y negro, y han sido
publicadas en varios videos y en la primera película en la que aparece,
Convención de Vagabundos de 1965, en un rol secundario.

A principios de 1965 apareció Sandro y los de Fuego, el primer
álbum LP de Sandro, incluyendo versiones de Los Beatles , Antes de finalizar 1965 se disolvieron Los de Fuego, y Sandro formó
una nueva banda soporte, The Black Combo (homenaje a Bill Black,
bajista de Elvis). El grupo estuvo integrado por músicos provenientes
del jazz, como Negro Orlando (guitarra), Adalberto Cevasco (bajo),
Fernando Bermúdez (batería), Bernardo Baraj (saxo) y Miguel Abramic
(percusión).

Al comenzar 1966 Sandro lanzó su tercer álbum, El sorprendente
mundo de Sandro (1966), que incluye temas interpretados con distintas
bandas: con Los de Fuego en las últimas grabaciones realizadas en 1965,
con los Black Combo y con la orquesta de Oscar Cardozo Ocampo. En este
álbum aparecieron las primeras canciones de Sandro con Oscar Anderle,
como "Solo sin ti". Incluye también una versión notable de "Melodía
desencadenada" (Unchained Melody de Alex North).

A fines de 1966 salió su cuarto álbum, Alma y fuego, en donde ya
comienza a notarse un cambio de orientación musical hacia ritmos más
latinos. Nuevamente lo acompañan Oscar Cardozo Ocampo y The Black
Combo. El disco fue editado también en los Estados Unidos, donde tuvo
más éxito entre las comunidades latinas que el moderado que obtuvo en
Argentina. El álbum incluye "Como caja de música" de la dupla
Sandro-Anderle, donde ya puede notarse claramente el peculiar estilo de
balada romántica proveniente del rock, desarrollada por la dupla y que
haría famoso a Sandro.
A mediados de 1967 Sandro lanzó su último álbum de la etapa
roquera, Beat Latino. Ya en el título del álbum se nota la decisión de
dirigirse musicalmente hacia una fusión de los nuevos ritmos
provenientes del rock and roll con los nuevos ritmos y estilos latinos,
especialmente la balada romántica, con el fin de desarrollar una música
moderna y juvenil pero también de fuerte arraigo popular. El álbum
tiene cinco temas con The Black Combo, tres con Oscar Cardozo Ocampo y
cuatro con Jorge López Ruiz. Incluye un tema de Luis Aguilé ("Miguel e
Isabel y el éxito "Ave de paso" de Sandro-Anderle, así como "Con los ojos del recuerdo", de la misma dupla.

Con el dinero que comenzó a ganar con sus presentaciones y discos,
Sandro alquiló en 1966, junto con otros roqueros argentinos, el local
La Cueva, en Pueyrredón 1723, para formar un centro de reunión y
difusión del rock argentino. La Cueva contrató a Litto Nebbia y Los
Gatos como banda permanente del local, banda que poco después (1967)
grabaría el tema "La Balsa", dando origen a lo que ha dado en llamarse
«rock nacional» argentino.

En la segunda mitad de la década Sandro cambió la chaqueta de
cuero por el smoking y la corbata, los jeans por los pantalones
acampanados, pero conservando el pelo largo revuelto y la patillas
largas y los movimientos convulsivos a lo Elvis, que profundizó
desarrollando un estilo propio que terminó siendo su marca personal.

El IDOLO masivo...

Como ha resultado habitual en el mundo del rock, sobre todo del
rock latino, a fines de la década del 60 Sandro empezó a cambiar
radicalmente su estilo, abandonando el rock and roll clásico en
español, para diseñar un repertorio más popular, siendo uno de los
pioneros de la balada romántica latinoamericana, derivada del bolero,
que se convertiría en el género pop latino por excelencia en la
siguientes décadas. Sandro le aportó temáticas, poses y ritmos
extraídos del rock and roll, que la hicieron provocativa y atractiva
para los jóvenes de los sectores más populares de las comunidades
latinas de América, y muy especialmente para las mujeres.

Una parte esencial de su estilo fue la adopción de una pose de
seducción sexual abierta, que Sandro dirigió hacia las mujeres,
expresándolo en sus letras y ritmos, pero sobre todo en su voz y
movimientos, obviamente derivado de Elvis Presley, pero que alcanzó una
plena identidad personal. Este estilo sexual irreverente tuvo un efecto
arrasador sobre las jóvenes latinoamericanas (donde curiosamente más
incidencia tenía la prédica sexualmente restrictiva de la Iglesia
Católica). Las fanáticas de Sandro (sus «nenas») llegaron a ser tan
importantes como él mismo, devolviendo en sus presentaciones un clima
de desenfreno y sexualidad, entre las que se volvió un clásico arrojar
al escenario su ropa interior. Para la época, el mensaje de Sandro
resultaba un revulsivo radical contra las normas morales establecidas
sobre la virginidad de las mujeres y las relaciones prematrimoniales,
férreamente establecidas en toda América Latina.

Cuando hago los movimientos sensuales en el escenario siento que
abajo, en la platea, deben de haber 450.000 ratones corriendo carreras.
¿Qué miran esas chicas? ¿Qué necesidades tienen? ¿Qué vacíos? Me
intrigan.

A comienzos de 1967 Sandro hizo su segunda aparición en cine pero
fue a fines de ese año cuando comenzó la seguidilla que hizo estallar
la balada romántica en el gusto popular del continente.

Todo comenzó en octubre con su presentación en el Festival Buenos
Aires de la Canción cantando la balada "Quiero llenarme de ti", que le
valió ganar el festival y volverse enormemente popular de la noche a la
mañana. El éxito se consolidó con el lanzamiento inmediato del sencillo
"Quiero llenarme de ti", que rompió récords de ventas y se publicó en
varios países de habla hispana y comunidades latinas de EE. UU.,
marcando el inicio de su carrera artística internacional.

El éxito enmarcó el lanzamiento de su sexto álbum, antes de que
terminara 1967, que también tomó el nombre de Quiero llenarme de ti. El
título con el que había sido pensado inicialmente, Vibración y ritmo
quedó como subtítulo del nuevo trabajo. El disco incluye éxitos como
"Atmósfera pesada", "Después de la guerra", "Creyente soñador" y "Las
manos", y la orquesta que lo acompaña es la de Jorge López Ruiz, quién
seguiría haciéndolo en los siguientes.

El primer trimestre de 1968 terminó de consolidar a Sandro en una
continuidad exitosa, lanzando un simple por mes, todos éxitos: "Porque
yo te amo", "Como lo hice yo" y "Una muchacha y una guitarra" (años
después lo grabaría Bersuit Vergarabat), entre otros.

Entretanto, en febrero de 1968, Sandro se presentó en el Festival
de Viña del Mar (Chile), donde volvió a ganar, repitiéndose el furor
popular, especialmente femenino, desatado en el festival de Buenos
Aires. Viña, un festival clave de la música continental, le abrió las
puertas de los países latinos: Venezuela, Colombia, Perú, Uruguay,
Paraguay, Ecuador, México, Puerto Rico, Costa Rica y República
Dominicana. Su éxito se extendió a las comunidades latinas de EE. UU..

El éxito fue sellado con el lanzamiento en toda América de su
séptimo álbum, Una muchacha y una guitarra. Fue la última vez que
Sandro incluyó covers.

Un nuevo salto se produjo a fines de ese año de 1968, cuando lanzó
su octavo álbum, el más exitoso de su carrera: La magia de Sandro. Con
éxitos como: "Penas", "Penumbras", "Así", "Tengo", "Por tu amor",
"Paris ante ti", "Por algún camino", "Lluvia de Rosas", "Yuma yoe", "Me
amas y me dejas" y "La juventud se va". En este álbum el dúo
Sandro-Anderle (todos los temas les pertenecen) ya ha definido las
características de la balada romántica que buscaban, matizándola con
algunos temas de ritmo más marcado y aire rocanrolero. Los principales
temas son "Penumbras", "Por tu amor", "Así" y "Tengo". Este último ha
sido considerado en 2002 por la cadena MTV y la revista Rolling Stone,
como el n.º 15 de los 100 mejores temas del rock argentino.
Notablemente, el mundo del naciente rock nacional, que también
experimentaba la fusión de rock and roll con formas de pop y folclore
latino, con el fin de ganar masividad y un sonido diferencial del rock
internacional, y también orientaban gran parte de sus letras contra la
moral sexual tradicional católica, rechazó a Sandro sin
contemplaciones, con el argumento descalificador de que se trataba de
«música grasa» («grasa» es un término utilizado por las clases medias y
altas de la Argentina, para denominar despectivamente a la clase obrera
y los gustos populares).

Habría que esperar dos décadas para que se iniciara una revalorización general de Sandro por parte del rock nacional.

El 68 terminaba con las provocativas baladas de Sandro haciendo
furor entre la juventud latinoamericana. Simultáneamente, ese año
Europa había sido sorprendida por el Mayo francés y los Estados Unidos
vivían el movimiento hippie y la contracultura roquera en contra de la
Guerra de Vietnam, movimientos que habían estallado el año anterior en
el llamado Verano del amor. En América Latina, el asesinato del Che
Guevara y la derrota de su movimiento guerrillero en Bolivia el año
anterior anticipaban una era de dictaduras que abarcarían todo el
continente generalizando el terrorismo de estado, durante las
siguientes dos décadas.

En Venezuela, donde su primer éxito musical "Quiero llenarme de
ti" llegaba a los primeros lugares de las listas de favoritas, su
presencia se hizo notar a través de sus presentaciones por TV. Su debut
ocurrió en Caracas, en septiembre de 1968, y sus actuaciones personales
a sala llena en el hotel Caracas Hilton. A partir de ese momento, a
Sandro lo comenzaron a radio-difundir con intensidad, y lograba colocar
todos los éxitos necesarios para ubicarse en la parte más alta de la
popularidad: "Tengo", "Una muchacha y una guitarra" y "Rosa, Rosa",
entre otras.

Los 70s...

En los siguientes doce años (1969-1980) Sandro realizó 12 películas
y 35 álbumes. Ese 1969 publicó dos álbumes (Sandro de América y Sandro)
y realizó sus primeras dos películas como protagonista absoluto (Quiero
llenarme de ti y La vida continúa). De sus grandes éxitos aparecieron
"Rosa, Rosa", "Guitarras al viento", "Hasta aquí llegó mi amor", "Por
eso bebo", "Cuando existe tanto amor", entre otras. De entonces son sus
obra más famosas: Rosa, Rosa (la más vendida de su carrera) en primer
lugar y Trigal, en el segundo. El 2 de agosto recibió en Nueva York un
disco de oro por haber sido el artista latinoamericano con mayor
cantidad de discos vendidos en los EE.UU.

Simultáneamente con el estallido de su popularidad, aceptó el
apodo de Gitano, que eligió para él un productor, en reconocimiento de
sus propios ancestros gitanos y en especial a su abuelo paterno, un
húngaro perteneciente al pueblo Rom que terminó radicándose en la
Argentina.

En 1970 estrenó dos películas más, Gitano (donde representa del
papel de un gitano latinoamericano llamado Roberto Vega acusado de un
crimen que no cometió) y Muchacho, así como el álbum de esta última
película.

A comienzos de ese año, el 11 de abril de 1970, se convirtió en el
primer artista latino en actuar y llenar el famoso estadio del Madison
Square Garden, en Nueva York, actuando en vivo en dos recitales, frente
a más de 250.000 espectadores y que también fue la primera transmisión
vía satélite de un cantante en la historia del satélite en todo el
mundo. Estas presentaciones fueron grabadas en un álbum en vivo lanzado
ese mismo año.

Llevó su espectáculo musical a todos los países de las Américas y
el Caribe, incluyendo EE.UU. y Canadá, alcanzando los primeros lugares
de todas las listas de la canción popular latinoamericana.

Con una fama que se extendió por todo el mundo, se convirtió en
ídolo y representante del continente, comenzando a ser conocido con el
nombre de su noveno álbum, Sandro de América, en tanto que la grabadora
CBS lo consideró el n.º 1 de la región. Por ese entonces, Sandro junto
a otros compatriotas, como Leo Dan, Palito Ortega, Leonardo Favio,
Piero y Luis Aguilé y cantantes iberoamericanos como el español Nino
Bravo y el portorriqueño José Feliciano, consagraron la balada
romántica como máximo género musical de América Latina (íntimamente
vinculada a su vez a la telenovela como género televisivo). De todos
ellos, Sandro fue el baladista más rockero de todos.

En el año 1971 comenzó convocando a 60.000 personas en Buenos Aires en el estadio de San Lorenzo durante los carnavales.

Ese año lanzó el álbum Sandro Espectacular (que incluye "Dame el fuego de tu amor".
Y actuó como protagonista en dos películas, Embrujo de amor y Siempre
te amaré (junto a la actriz española Carmen Sevilla), realizando
también la música del film ¡Arriba juventud! Ese año fue premiado en
Francia en el Festival Internacional de Cantantes Galos y luego fue
invitado a cantar en el Festival de la Canción de San Remo (Italia),
actuación que repetiría al año siguiente.

En 1972 fue el primer artista en cantar en el Luna Park de Buenos
Aires, hasta entonces un ámbito exclusivamente boxístico, con un amplio
éxito. En EE.UU. recibió el premio Grand Ball al cantante del año, y
las llaves de la ciudad de Miami. Lanzó dos álbumes de estudio nuevos
(Me juego entero por tu amor y Te espero...). También se estrenó ese
año su octava película, Destino de un capricho, en el que interpreta el
papel de Daniel. Sandro llenó el estadio Maracaná en Brasil.

En 1973 Sandro celebró los diez años desde su primera grabación,
lanzando un álbum titulado Sandro: Después de 10 años, en el que se
incluye el tema Mi amigo el puma. Ese año publicó otros dos álbumes, El
deseo de vivir y Volverán los días, y estrenó su novena película, El
deseo de vivir.

En los años restantes de la década del 70 editó doce álbumes
(entre ellos Sandro... siempre Sandro, Mi amigo el Puma y El ausente) y
tres películas más: Operación Rosa Rosa (1974), Tú me enloqueces (1976)
y Subí que te llevo (1980). En 1978 volvió a cantar en Argentina luego
de cinco años sin hacerlo, con un recital a beneficio en el Teatro
Ópera de Buenos Aires, transmitido en directo por el Canal 13. También
tuvo su propio programa de televisión en Argentina, un show musical
titulado "La Hora de Sandro" que se transmitía todos los sábados.

En 1981 fue a Venezuela, donde su canción Cuando yo te amo, era el
tema musical de la telenovela De su misma sangre, que lo tuvo como
actor y cantante invitado, y que fue un éxito en sintonía en la América
Latina y en las comunidades latinas de los Estados Unidos.

Ese mismo año Sandro y Oscar Anderle se separaron, luego de 15
años de trabajar juntos. Sandro se dedicó entonces a buscar un nuevo
sonido que le permitiera renovarse sin perder identidad y para ello, se
asoció con Rubén Aguilera. El resultado fue la grabación en 1984 del
álbum Vengo a ocupar mi lugar. Al lanzamiento del disco siguieron más
de ciento diez recitales a lo largo de la Argentina. En esa década de
1980 también protagonizó varias telenovelas. La más recordada es la
puertorriqueña Fue sin querer, popular en Puerto Rico aún muchos años
después de su transmisión.

El fenomeno Sandro y sus merecidos tributos...

Desde fines de los años ochenta, con el surgimiento del «rock
latino», algunos roqueros argentinos comenzaron a revalorizar la obra
de Sandro, su masividad popular sobre todo entre las jóvenes de los
sectores más humildes, su peculiar manera de fusionar elementos del
rock y la balada romántica latinoamericana, y sus temáticas y estilo
provocativo y renovador, sobre todo en materia de las costumbres
sexuales.

En 1990 condujo un programa musical por el Canal 13 de Buenos
Aires, titulado "Querido Sandro", que ganó ese año el Premio Martín
Fierro al mejor programa musical de televisión.
Durante la década de los ´90 artistas argentinos y de
Latinoamérica le rindieron tributo lanzando un CD homenaje al «padre
del rock en castellano». Ese mismo año, Charly García y Pedro Aznar lo
invitaron a cantar en su álbum "Tango 4", donde interpretó un clásico
de los orígenes del rock rioplatense, "Rompan todo", de la banda
uruguaya The Shakers.
En 1993 regresó a los escenarios con un recital llamado Treinta
años de magia realizado en el teatro Gran Rex de Buenos Aires. La
afluencia de público lo llevó a realizar 18 presentaciones, superando
el récord de 13 actuaciones para ese tradicional teatro que tenía la
banda Soda Stereo, y reuniendo a 60.000 personas. Ese mismo año, el
canal la telenovela venezolana El destino, fue presentada con una
versión de Sandro y Olga Guillot del bolero "Arráncame la vida", de
Chico Novarro, convirtiéndose en un éxito. A fin de año recibió el
Premio ACE de Oro de la Asociación de Cronistas del Espectáculo de
Nueva York.
En 1996, en medio de rumores sobre su salud, estrenó en Rosario
—ciudad a la que denomina "su novia"— el recital Historia viva, que
intencionalmente comenzaba con “Como la cigarra” de María Elena Walsh,
con el fin de destacar el mensaje de la canción: "Tantas veces me
mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí, resucitando...".
El espectáculo dio origen al álbum Historia viva.

En 1998 presentó un nuevo espectáculo, “Gracias... 35 años de
amores y pasiones”, que incluía un homenaje al cantor de tangos Alberto
Morán, cantando el tango “Pasional”, y a Miguel de Molina, cantando “Te
lo juro yo”. Simultáneamente, le rindieron un homenaje grupos y
cantantes de rock, entre ellos, Bersuit Vergarabat, León Gieco,
Molotov, Attaque 77, Los Fabulosos Cadillacs, Divididos,
Aterciopelados, entre otros, en el CD que se tituló: Tributo a Sandro,
un disco de rock.

En 1999 le fue otorgado el Premio Carlos Gardel de Oro.

En noviembre de 2005, en Los Ángeles, le hicieron un homenaje y le
otorgaron el Grammy Latino por su excelencia musical como cantautor y
actor y por su trayectoria artística.

Con más de 60 años, y pese a algunos inconvenientes de salud, el
ídolo mantiene a sus fieles seguidoras, que no dudan en montar guardia
en su casa en Buenos Aires durante su cumpleaños o cuando anuncia su
regreso con presentaciones en vivo.

En 2007 trabajó con Ricardo Arjona en el nuevo disco de éste:
Quién dijo ayer, en la canción Realmente no estoy tan solo, que canta
con el mismo Arjona.

En 2009 el cantante venezolano "El Puma" José Luis Rodríguez
decidió celebrar sus 40 años en la música grabando un disco homenaje a
Sandro, el cual incluye nueve de las canciones más reconocidas del
artista argentino así como una inédita, titulada "Gitano".

La salud de Sandro...

En 1998 se dio a conocer que Sandro padece una grave enfermedad
ocasionada por décadas de adicción al tabaco: llamada Enfisema pulmonar
crónico. Lo cual lo llevó a alejarse de los escenarios pero la
dedicación del ídolo para con su público hizo en que en el año 2001
presentara uno de sus mejores espectáculos ("El hombre de la rosa"
el cual fue posible gracias a que junto al micrófono llevaba conectado
una asistencia de oxígeno. De esta manera pudo realizar en el 2004 otra
gira nacional ("La profecía".
Pero luego su enfermedad fue avanzando a tal punto que la falta de
oxígeno le dificulta su vida diaria, y deberá ser transplantado de
pulmón y corazón, para lo cual ha sido ingresado en lista de espera
para el trasplante y así poder seguir viviendo y entregando su talento
a los millones de fans en todo el mundo.

Las "NENAS" de Sandro...

Uno de los fenómenos más notables de la carrera de Sandro es la
permanencia en el tiempo de la fidelidad y la pasión de sus fans.
Mayoritariamente se trata de mujeres latinoamericanas, en todos los
países, que eran adolescentes a comienzos de los años setenta y que
nunca dejaron de seguir a Sandro y, lo que es más notable, nunca
dejaron de cumplir con los ritos sensuales que lo hicieron famoso, como
el frenetismo y sobre todo, el ofrecimiento de sus bombachas (pantys).
En la primera década del siglo XXI, esas fans ya son mujeres mayores,
muchas de ellas ancianas, que siguen peregrinando a la casa de su ídolo
en Banfield y asistiendo a sus conciertos, con la misma actitud que
tenían cuando lo descubrieron de adolescentes.


Y finalmente llego el dia en que vas a poder descansar en paz...


Atax Fury.



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